Guía de Turismo de Castro – Urdiales

"<yoastmark

Nuestra página Vive Castro Urdiales quiere ser una bocanada de aire fresco para nuestra ciudad. Queremos ser una guía turística moderna y útil. Un espacio de descubrimiento de las bellezas y las calidades de nuestra ciudad, para que los locales la redescubran y la aprecien. Y, sobre todo, un escaparate y un compendio de información para quienes no la conocen.

Vive Castro Urdiales debe ser una puerta abierta a la gente que nos visita. Un foro de promoción de las buenas iniciativas de todos los que han decidido vivir en este puerto del Cantábrico. Un lugar que un día fue pueblo y hoy es ciudad. Desde la apertura de miras y con el corazón en la mano, Vive Castro Urdiales pertenece a quienes la visitan.

Castro-Urdiales, villa marinera y romana que ha atravesado las épocas.

Botes en el puerto más viejo de Castro. ©Iñigo Pedrueza.
Botes en el puerto más viejo de Castro. ©Iñigo Pedrueza.

En la comarca del oriente de Cantabria, Castro-Urdiales ejerce de capital o ciudad más importante. Lo hace por su gran crecimiento desde los años 1990 y por la cercanía a la capital vizcaína. Bilbao se encuentra a apenas 30km de Bilbao, menos de media hora de coche por la Autovía A8, si no hay tráfico… Santander la capital de la Cantabria tampoco esta demasiado lejos. Por la misma autovía se llega a ella en 45 minutos (68km).

Castro, la pequeña villa marinera que a principios del siglo XX se convirtió en balneario para ricas familias de Vizcaya, Madrid y Santander. Castro-Urdiales es ya en la tercera ciudad de Cantabria con más de 33.000 mil habitantes censados. Sin embargo, se estima que su población real fija puede superar fácilmente el doble y, en verano, Castro reúne a más de 100.000 habitantes.

La historia de Castro-Urdiales es muy antigua. La zona fue poblada ya antes de la romanización, en el municipio hay vestigios de yacimientos prehistóricos. En las cuevas de Urdiales, La Lastrilla, La Cubilla, La Darsena, La Peña del Cuco se han descubierto restos de poblamiento humano e incluso pinturas rupestres. La cultura de los Castros también está presente, habiéndose localizado cuatro en los alrededores de la ciudad.

La romanización supuso el despegue definitivo para la población. Los romanos comenzaron a asentarse en las tierras de los pobladores previos, Amanos, Várdulos y Sámanos. Primero con la colonia romana de Pontus Amanum, después con la transformación en ciudad de Flaviobriga, con Vespasiano.

Interior De la Iglesia de Santa María de la Asunción- ©María Calvo.
Interior De la Iglesia de Santa María de la Asunción- ©María Calvo.

La Edad Media fue complicada para Castro-Urdiales, como para todos los puertos y ciudades tras la caída del Imperio Romano. Pero ese problema se convirtió en oportunidad cuando la sociedad se estabilizó y la economía comenzó a reflotarse en los reinos cristianos que sobrevivieron al Reino Visigodo. Flaviobriga, ya Castrum Ordiales reaparece en el siglo XI como parte del Reino de Navarra. Las fronteras cambiaban constantemente en esa época y la zona se integra rápidamente en el Reino de Castilla. En esos tiempos ya se afianza el carácter marinero.

Castro ha sido durante siglos pueblo de marineros, pescadores, soldados y astilleros. Barcos y marineros, comerciantes y pescadores serán el principal aporte de Castro-Urdiales al Reino de Castilla. La población se convirte en la primera Villa Real del Cantábrico en 1163, antes que Santander o Bilbao. De estos siglos datan los principales monumentos de Castro-Urdiales: el Castillo Faro es del siglo XII y la iglesia de Santa María de la Asunción del XIII.

El descubrimiento de América cambió la orientación del comercio en Castro. Castro seguiría aportando barcos y hombres incluso en 1588 durante la fallida invasión de la Armada Invencible. La guerra llegaría después a Castro durante las Guerras Napoleónicas, cuando el general Foy conquista Castro-Urdiales en 1813.

Antiguo matadero, convertido en conservatorio de música. El edificio es de Eladio Laredo. La estatua de Lourdes Umerez homenajea al compositor castreño Arturo Dúo.
Antiguo matadero, convertido en conservatorio de música. El edificio es de Eladio Laredo. La estatua de Lourdes Umerez homenajea al compositor castreño Arturo Dúo.

La Revolución Industrial llegaría a Castro en el siglo XIXI con el auge de la minería, que surtía la vecina Vizcaya con mineral de hierro. Muchos vestigios del pasado industrial y minero existen tanto en la ciudad, como en las diversas pedanías del municipio. Las minas y la pesca, suplantarán progresivamente a la agricultura y la ganadería como ejes económicos. Ese auge duró hasta la Guerra Civil. Muchas de las familias de la burguesía local, de la vasca y madrileña, construyeron en esas décadas suntuosas mansiones y palacios, que han hecho de Castro una ciudad llena de monumentos modernistas.

La visita del cementerio municipal, situado al norte del municipio en la zona de Urdiales es casi obligada. La estatuaria que decora las tumbas, panteones es muy bella y elaborada. Algunos exponentes de este desarrollo económico y cultural serán algunos arquitectos Eladio Laredo, Leonado Rucabado.  Y músicos, como Ataúlfo Argenta y Arturo Dúo que llevaran el nombre De Castro-Urdiales por toda España y Europa.

Castro-Urdiales, ¿una transición turística?

Tiovivo en el Parque Amestoy. Castro_Urdiales, una ciudad de día y otra de noche.©Iñigo Pedrueza.
Tiovivo en el Parque Amestoy. Castro-Urdiales, una ciudad de día y otra de noche.©Iñigo Pedrueza.

La ciudad minera hace tiempo que ya no existe. En realidad Castro-Urdiales no lo fue nunca. A la ciudad sólo llegaban las vagonetas de algunas de las minas que se embarcaban hacia Vizcaya. Los cargaderos estaban mayoritariamente fuera de la ciudad, a lo largo de la costa en las pedanías, Ontón, Mioño, Sonabia… La reconversión industrial de los años 80 llegó tarde para el mineral de Cantabria, que había cerrado sus minas mucho antes. La transición económica se apoyó en la pesca y el mar, pero sobre todo, en el sector inmobiliario. Y poco a poco, en el turismo, que empezó a desplegar en los años 60. La cercanía de Bilbao, a la que emigraron muchos castreños y la tradición del veraneo norteño para muchas familias pudientes de Madrid, atrajeron a muchos turistas que se encontraban con un pueblo marinero animado y lleno de atractivos.

¡Qué bien se come en Castro!

Hemos hablado mucho de los monumentos y el pasado. Pero Castro ha sido también un centro culinario del norte de España. Sus bares y restaurantes, sus tapas, pintxos y raciones no tienen nada que envidiar a los de Bilbao o San Sebastian.

En los años 1980 el turismo ya es una fuente muy importante de recursos para la ciudad. La tendencia que  acrecentará en los 90 con un crecimiento inmobiliario espectacular. No siempre bien realizada, la ampliación de la ciudad hacia el sur y el norte, siguiendo la estrecha llanura costera, ha transformado Castro-Urdiales. La crisis inmobiliaria 2008-2016 supuso un parón al crecimiento local, aunque parece que esos tiempos quedan atrás.

Hoy nuevos pequeños proyectos empresariales van surgiendo. La oferta de servicios turísticos se diversifica y se moderniza. Sólo falta ampliar el parque hotelero y diversificar la oferta con alojamientos de calidad. Los Bed & Breakfast y hoteles boutiques tendrían un gran futuro en Castro-Urdiales. Si alguien se atreviese a abrirlos… Porque además Castro se encuentra en pleno Camino de Santiago, en su ramal costero.

Castro-Urdiales hoy, qué ver, qué hacer.

Estatua del cementerio municipal, uno de los más bonitos de todos el norte.©Iñigo Pedrueza.
Estatua del cementerio municipal, uno de los más bonitos de todos el norte.©Iñigo Pedrueza.

Hoy el pleno siglo XXI el turismo es un sector económico esencial. Castro-Urdiales tiene la ventaja de no depender totalmente del turismo como en la vecina Laredo. Castro-Urdiales hoy tiene ya una población fija muy alta, unos 60 mil habitantes reales, lo que la hacen un centro importante de servicios, con algunas pequeñas industrias.

Es cierto que se ha perdido un poco el carácter marinero con la crisis de la pesca. Es necesario mirar hacia el frente y Castro-Urdiales posee muchas atractivos y muchas oportunidades aún no exploradas. Si se cambia la mentalidad y se deja espacio a las iniciativas innovadoras y sostenibles, se puede hacer mucho. Por ejemplo, si se cambia un poco, aún se puede salvar la cultura de la conserva. Como se ha hecho en Santoña, de la que Castro-Urdiales puede reclamar una parte del éxito y de la que podría ser un estandarte.

Hay también posibilidades para la agricultura y la ganadería ecológica, siempre que se cuide la calidad. La huerta castreña siempre ha sido rica en verduras y hortalizas, frutas como el higo, las ciruelas o la manzana. El auge inmobiliario ha ocupado muchos terrenos fértiles. Sin embargo, quedan praderas y huertas en las afueras de Castro, en las pedanías de Samano, Ontón, Allendelagua, Islares o Cérdigo.

El vino se esta recuperando tras décadas de abandono. Hoy en los municipios cercanos a Castro-Urdiales se producen excelentes vinos blancos que pronto se harán famosos. Las visitas a las bodegas, las catas y maridajes con estos vinos nuevos tan sorprendentes son una de las nuevas experiencias para realizar en Castro en las Bodegas.

Deporte y turismo activo.

Entrada de la cueva de "la Cubilla".©Iñigo Pedrueza.
Entrada de la cueva de «la Cubilla».©Iñigo Pedrueza.

El turismo activo tiene un gran aliciente en las vías verdes que siguen el trazado de los ferrocarriles mineros; el buceo y el submarinismo; la vela, el surf, el remo, el padre surf. Castro es un campo base perfecto para ciclistas de carretera y VTT, cicloturistas y amantes del running y el senderismo. Caminos, puertos de montaña, senderos litorales o de montaña. Las cuevas dan mucho juego para los espeleólogos. Y los montes a los amantes de sensaciones fuertes, en Parapente o Ala Delta.

La naturaleza kárstica y agreste de los montes que rodean Castro-Urdiales son ámbito deportivo y de disfrute. Además de toda la faceta deportiva y patrimonial del monte castreño, con los restos de la infrestuctira minera, hay que destacar los bosques y las cuevas. El clima de la zona se declina en una variante mediterránea que permite prosperar a muchas especies que soportan bien la ausencia de agua. Eso se aprecia en los montes más calizos, como en Cerredo o Candina. En cuanto nos internamos en el interior del municipio y nos encaramamos a las montañas de Castro-Urdiales, la fauna costera marina deja paso a rapaces y carroñeros como los buitres. Los desniveles son, a veces, verticales. Se pasa muy rápidamente del nivel el mar a los 600 metros y más, como en el Monte Cerredo y Ventoso.

Monte Candina, ya en el límite con Liendo y bahía de Oriñón. Castro y su municipio es un paraíso para los fotógrafos. ©Iñigo Pedrueza.
Monte Candina, ya en el límite con Liendo y bahía de Oriñón. Castro y su municipio es un paraíso para los fotógrafos. ©Iñigo Pedrueza.

Castro-Urdiales, cerca de todo, un destino tranquilo y agradable.

Otro de los grandes alicientes es la cercanía a dos capitales provinciales, Santander a 50minutos (66km) y Bilbao a 25minutos (30km). Dos aeropuertos internacionales, la Autovía A6 (gratuita), hacen de Castro-Urdiales un campamento base perfecto para disfrutar de la ciudad, de las playas y las delicias gastronómicas y culturales el Norte.

Entre los atractivos cercanos podemos citar El Museo Guggenheim de Bilbao y el Puerto de Portugalete, San Juan de Gastelugatxe, en Vizcaya; el centro Botín de Santander, La Madalena y la zona de Somo, las cuevas de Altamira en la misma Cantabria hacen de Castro un lugar perfecto para pasar las vacaciones, en verano o en cualquier estación. Burgos, La Rioja, Guipuzcoa o Asturias no están nada lejos, con lo que no faltarán opciones tanto en el municipio como fuera de él.

Qué ver qué hacer en Bilbao.

Alojamiento.

Es quizá el principal desafío De Castro-Urdiales, ya que no existen demasiadas camas disponibles. Apenas un hotel y varias pensiones en el casco urbano, un hostal de bastante calidad y varias casas rurales en las pedanías. Esperamos que pronto se ponga remedio a esa limitación. Castro-Urdiales tiene mucho espacio para pequeños hoteles boutique de calidad que atraigan a clientes diferentes durante todo el año.

Más información de Alojamiento en Castro-Urdiales.

Iglesia de Santa María y estatua dedicada a los remeros. ©Iñigo Pedrueza.
Iglesia de Santa María y estatua dedicada a los remeros. ©Iñigo Pedrueza.

Actividades y servicios turísticos.

Varios clubes de Buceo, el Club Ciclista, Bodegas, Asociaciones  y guías colegiados ofrecen salidas para buceadores visitas guiadas, catas de vino y productos regionales, y tours guiados por la ciudad y su patrimonio. Desde Vive Castro-Urdiales intentaremos ayudarles a encontrar lo que necesitan. Y lo haremos colaborando con las nuevas pospuestas que nacen cada día en el municipio y que intentan corregir los errores del pasado y hacer de Castro Urdiales que ya es un buen lugar para vivir, un excelente destino para visitar.

Para tener más información sólo tiene que enviarnos un mensaje o usar alguno de los formularios que les dejamos en toda la página.

Qué ver qué hacer en Santander.

La bonita ciudad de Santander está muy cerca. una excursión hasta ella o una visita del oriente cántabro son, también casi obligatorios. Laredo, Santoña, Ajo, Noja, la lista es interminable.