Castro- Ostende:
Existen opciones como esta ruta en la que se mezclan naturaleza y patrimonio arquitectónico.
Nuestro paseo comienza en la pequeña playa del Matadero en la calle Arturo Dúo. Esta playa se llama así porque está situada a los pies del antiguo edificio del matadero municipal, hoy sede de la escuela de música. Este edificio de estilo ecléctico fue proyectado por el arquitecto municipal Eladio Laredo y construido en 1899.
La playa del Matadero forma parte de la gran playa de Ostende. Desde esta primera arranca el paseo marítimo por el que caminaremos gran parte del trayecto.
La primera parada la realizamos en el mirador de Estebanot, sobre el mismo paseo marítimo desde donde obtenemos unas bonitas vistas de la bahía de Ostende localizada en el barrio de Urdiales.
Si seguimos caminando rodeando la bahía terminaremos el paseo marítimo tras pasar el polideportivo Peru Zaballa. De aquí en adelante un camino de tierra nos conduce por la costa hasta los restos del antiguo cargadero de mineral. A mano derecha, junto al arco que se mantiene erguido, se encuentra un entrante de agua con forma redondeada conocida como La Piscina. Esta es una zona muy tranquila donde se puede disfrutar del baño o la pesca con caña.
Siguiendo hasta finalizar el camino, nos veremos obligados a ascender por unos pequeños escalones situados a mano izquierda. Desde lo alto descubriremos las campas que abrazan a los acantilados, algunos de ellos accesibles hasta el mar.
Os recomendamos seguir hasta un pequeño alto coronado por una cruz en recuerdo a aquellos fallecidos en la mar.
A nuestra espalda, un pequeño camino rodea los muros del cementerio conduciéndonos hasta su entrada principal.
El actual cementerio civil puede resultar una agradable visita ya que se trata de un bello conjunto de monumentos funerarios levantados entre 1885 y 1936, declarado Bien de Interés Cultural. Este recinto fue diseñado por el arquitecto Alfredo de la Escalera en 1885 y en él predomina el estilo ecléctico tanto en capillas como en panteones.
Tras volver a la entrada principal descenderemos por la calle Padre Basabe hasta llegar de nuevo al polideportivo.
Esta vez no continuaremos por el paseo marítimo, sino que girando hacia la derecha subiremos hasta la carretera N-634 a través de las calles El Sable e Islas Baleares.
Una vez sobre la carretera nos encontramos de frente con la bonita plaza de toros construida en 1908 por Eladio Laredo. Junto a ella el antiguo hospital civil, hoy residencia de ancianos, del mismo arquitecto y levantado en 1914.
A partir de este punto podemos regresar al centro de la ciudad por la misma calle Silvestre Ochoa o regresando tras nuestros pasos por el paseo marítimo.